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Siete de cada diez incendios forestales se deben a prácticas inadecuadas
Alrededor del 70 % de los quince mil incendios forestales que cada año se producen en España se deben a prácticas tradicionales inadecuadas. Quemas de rastrojos sin el debido control o en condiciones adversas que pueden derivar en fuegos de menor o mayor tamaño según las circunstancias. Esta tipología del origen de los incendios a nivel nacional es extrapolable a Ourense, según expuso ayer Andrés Sotoca, capitán de la Guardia Civil, a los alumnos del colegio Divina Pastora. En Ourense se puede dar alguna variación porcentual sobre los datos generales, con la aparición de más casos de incendios detrás de los que hay la búsqueda de algún beneficio como el cinegético (caza), pero los patrones son similares al resto del Estado.La cultura del fuego usado como herramienta o arma en el medio rural está detrás de este comportamiento y, para erradicarlo y prevenir este delito, la asociación APES y el colectivo ambiental Sustinea organizaron una jornada de reflexión en la que salieron a relucir las causas y motivaciones de quienes queman el monte y usan el fuego como arma.
Sotoca, experto en perfilados criminales y profesor de la Universidad a Distancia de Madrid, hizo un estudio basado en datos de los incendios esclarecidos en España. Hay que tener en cuenta que este delito, explicó, es muy difícil de investigar, aunque se pueden llegar a conocer el punto de origen del fuego y si este fue intencionado o accidental. Más de la mitad de los incendios forestales son intencionados -alrededor de un 60 %-, bien por imprudencias, provocados por personas con alguna enfermedad mental como los pirómanos o con otras motivaciones detrás, como la venganza o intereses madereros o del suelo. El resto se deben a causas naturales o imprudencias leves, como las causadas cuando salta una chispa de alguna máquina que realiza trabajos agrícolas o forestales y origina un fuego. El experto de la Guardia Civil señaló que, aunque tienen repercusión, los casos en los que estén implicados trabajadores de los servicios de extinción son «infrecuentes», a tenor de los resultados aportados por los incendios esclarecidos. Tampoco hay muchos casos de fuegos originados por colillas, aunque sean utilizadas como artefacto por algunos incendiarios.Así, los grandes grupos de causas posibles de incendios forestales estarían encabezados por costumbres inadecuadas, entre un 68 y un 70 % de los fuegos intencionados; los provocados por enfermos mentales, en un veinte por ciento- y en ocho de cada cien casos atribuidos a pirómanos- y el restante diez por ciento sería por la búsqueda de algún beneficio, ya sea cinegético o por venganza, motivación que aparece en el 4 % de los fuegos investigados y aclarados. En Ourense y en Galicia- y en general en la zona del noroeste que comprendería también León y el norte de Portugal- estaría más insertada que en el resto de España la mentalidad o la cultura del uso del fuego en el medio rural. Por ello la educación y la formación, además de las campañas de concienciación, son las herramientas más útiles -a juicio del experto y de los organizadores- para reducir el número de incendios que cada año azotan al territorio nacional y, en particular, al ourensano.
Fuente: La Voz de Galicia
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